Los parásitos
Página 1 de 1.
Los parásitos
Por desgracia los parásitos son una tortura muy frecuente en los animales. Puede que los empiecen a sufrir de bien pequeños o incluso antes de nacer así que desde el principio será un aspecto que deberemos de controlar. Como en todo, la prevención es el mejor tratamiento, pero si no llegamos a tiempo tendremos que combatirlos y eliminarlos, por su bien y por el nuestro ya que hay parásitos que pueden afectarnos también a nosotros.
Los más frecuentes:
Pulgas: pueden contraerlas del ambiente o de la madre. Sabremos si las tiene si se rasca y muerde frecuentemente, u, ocasionalmente, si tiene manchas rojas en la piel o puntos negros en el pelo de la zona del cuello o lomo. Provocan dermatitis alérgicas, que aparecen como lesiones costrosas. Ya que las pulgas pasan la mitad de su vida en el cuerpo del cachorro, la manera de prevenirlas es tratando al cachorro y al ambiente. Se pueden combatir de varias maneras: esprays, polvos, pipetas, etc. siempre que sean aptos para el cachorro. Pediremos consejo al veterinario ya que la mezcla de productos puede ser peligrosa. Lavaremos la cama del cachorro con agua caliente y, si el veterinario lo indica, la rociaremos con insecticida. Limpiaremos las alfombras a fondo, pasaremos el aspirador y desecharemos las bolsas de éste tras su uso. Si no las eliminamos llamaremos a un exterminador de plagas.
Garrapatas: su picadura puede provocar la fiebre de las Montañas Rocosas, la enfermedad de Lyme u otras. Si vivimos en una zona donde abundan consultaremos al veterinario. Si detectamos una garrapata en nuestro cachorro la extraeremos rápida y cuidadosamente, con guantes y pinzas. Es importante extraer la cabeza. Desinfectaremos la zona con alcohol o agua oxigenada y consultaremos al veterinario si es preciso hacer tratamiento.
Piojos: Pueden controlarse fácilmente con los esprays o productos para pulgas aptos para cachorros.
Sarna: Hay dos tipos, la sarcóptica y la demodécica. La primera produce mucho picor, de manera que el perro se rasca mucho y de manera irritable; la piel se reseca y se arruga, el pelo se cae y se hacen costras. Es muy contagiosa incluso para las personas, así que rápidamente le llevaremos al veterinario. La segunda provoca desde manchas en la piel hasta pústulas. También le llevaremos al veterinario con urgencia ya que tanto una como la otra, a parte de contagiarse, son muy difíciles de curar.
Los más frecuentes:
Pulgas: pueden contraerlas del ambiente o de la madre. Sabremos si las tiene si se rasca y muerde frecuentemente, u, ocasionalmente, si tiene manchas rojas en la piel o puntos negros en el pelo de la zona del cuello o lomo. Provocan dermatitis alérgicas, que aparecen como lesiones costrosas. Ya que las pulgas pasan la mitad de su vida en el cuerpo del cachorro, la manera de prevenirlas es tratando al cachorro y al ambiente. Se pueden combatir de varias maneras: esprays, polvos, pipetas, etc. siempre que sean aptos para el cachorro. Pediremos consejo al veterinario ya que la mezcla de productos puede ser peligrosa. Lavaremos la cama del cachorro con agua caliente y, si el veterinario lo indica, la rociaremos con insecticida. Limpiaremos las alfombras a fondo, pasaremos el aspirador y desecharemos las bolsas de éste tras su uso. Si no las eliminamos llamaremos a un exterminador de plagas.
Garrapatas: su picadura puede provocar la fiebre de las Montañas Rocosas, la enfermedad de Lyme u otras. Si vivimos en una zona donde abundan consultaremos al veterinario. Si detectamos una garrapata en nuestro cachorro la extraeremos rápida y cuidadosamente, con guantes y pinzas. Es importante extraer la cabeza. Desinfectaremos la zona con alcohol o agua oxigenada y consultaremos al veterinario si es preciso hacer tratamiento.
Piojos: Pueden controlarse fácilmente con los esprays o productos para pulgas aptos para cachorros.
Sarna: Hay dos tipos, la sarcóptica y la demodécica. La primera produce mucho picor, de manera que el perro se rasca mucho y de manera irritable; la piel se reseca y se arruga, el pelo se cae y se hacen costras. Es muy contagiosa incluso para las personas, así que rápidamente le llevaremos al veterinario. La segunda provoca desde manchas en la piel hasta pústulas. También le llevaremos al veterinario con urgencia ya que tanto una como la otra, a parte de contagiarse, son muy difíciles de curar.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.