Aspectos básicos

Cuando hayamos decidido que queremos tener un cachorro, habrá llegado el momento de decidirnos por la raza. Sería un error que nos decantáramos por un cachorro de una raza o de otra únicamente teniendo en cuenta su aspecto físico, su aparente comportamiento o la popularidad que pueda tener; conocer el carácter del perro es primordial, ya que cuando lo tengamos en casa deberá adecuarse a nuestra manera de ser, a nuestro estilo de vida. Por ejemplo, puede ser que nos guste un perro juguetón, o puede que lo prefiramos de cariz obediente o de carácter serio; también puede ser que aunque sepamos que es terco nos siga gustando.
Deberemos tener claro qué tipo de actividades practicaremos con él; si iremos a hacer largos paseos por el campo o si a penas saldremos de la ciudad, ya que hay perros que necesitan, más que otros, caminar, correr, en definitiva hacer más ejercicio, y otros que prefieren una más vida sedentaria y son felices sin salir demasiado de casa.
Así es que nos informaremos sobre las características de cada raza (o de las que, de entrada, nos gusten más) para saber que elegimos correctamente.
Conocer algunos aspectos prácticos que podrán influir en la elección también será necesario. No todos los perros necesitan el mismo cuidado, ni la misma higiene, ni hacer el mismo ejercicio, ni que les llevemos a menudo a la peluquería, etc. Tendremos también en cuenta estos aspectos para no descubrir después, con sorpresa, que no podemos satisfacer sus necesidades.